Todos podemos imaginarnos que estar muchos días en un submarino no debe ser fácil. En algunos momentos, pueden aparecer oleadas de melancolía, embole, sedentarismo... Por eso, es fundamental que la nave tenga recursos para paliar estos estados de ánimos. Y un par de reglas claras y para todos.
En esta nueva bitácora, Domecq recorre partes del barco que tenía casi olvidadas, descubre a dos sospechosos en una situación graciosa y algo torpe, y recibe los resultados del análisis médico sobre lo que lo mató al cocinero. ¿Te lo vas a perder? Descargá los avances de este misterio y recibí unos puntos extras por ser tan curios@ ;)